domingo, 26 de octubre de 2014

Otro punto de vista

¡Hola (a quien sea que lee esto)!

Tras un período largo de inactividad, he decidido volver a darle uso al blog este cutre que monté el año pasado para ir narrando mi aventura de Erasmus en Londres y ayudar a los que pensaran irse el año pasado. 

Después de un tiempo sin publicar nada he creído conveniente aprovechar esta plataforma para que otras personas aporten su visión de la Universidad de Roehampton como destino Erasmus. Así pues, he enviado un breve cuestionario a 4 chicas españolas que están ahora mismo cursando su año Erasmus allí: Belén Martínez (UGR), Inma Gonzálvez (UA), Miriam Baeza (UV) y Lourdes Gomez (UV). Creo que es importante conocer la opinión de varias personas (que en este caso difieren en algunos puntos clave) y así poder hacerse una mejor idea de lo que te espera si decided ir a Roehampton. 

Me hubiera gustado poder hablar con alguien más que no fuera de Traducción e Interpretación, pero no conozco a nadie que esté actualmente cursando otros estudios allí. 

Sin más, os dejo con sus testimonios, que vienen a ser un resumen de todas las aspectos que he ido publicando yo a lo largo de este año.

*El link genera un PDF que se descarga automáticamente a vuestro ordenador*



Y os preguntaréis, ¿y el de Lourdes? Pues en cuanto me lo envíe lo incluiré con los otros 3 y así se pueden comparar opiniones mucho mejor.

Muchas gracias a todas por colaborar y continuar ayudando a futuros Erasmus.

¡Un saludirco!



martes, 8 de abril de 2014

No todo va a ser Oxford


La universidad en Reino Unido

  1. ¿Cuál de las siguientes opciones es cierta?:
a) “La educación en Reino Unido es de las mejores el mundo”
b) “La universidad en Reino Unido es todo un reto”
c) “El caballo blanco de Santiago es blanco”

Efectivamente, el caballo no podía ser de otro color. De este pequeño test, si es que se puede llamar así, se puede extraer una conclusión (muy subjetiva como todo lo que pongo en mi puto blog): no me gusta el sistema universitario inglés. 

Antes de venir de erasmus yo pensaba, como mucha más gente, que el sistema educativo británico era el modelo a seguir, el ejemplo en el que se miraban los demás países, una experiencia única que cambiaría mi manera de ver las cosas, bla bla bla. Lo siento, Juanan, era todo mentira. 

NOTA: yo sólo puedo hablar de lo que he conocido, es decir, la Universidad de Roehampton, una de las más nuevas de Londres, y de lo que me han contado amigos que estudian en otras universidades de Reino Unido, en concreto compañeros de Norwich, Middlesex (Londres), Liverpool, Belfast y Maynooth (Irlanda).

Cuando hablamos de educación, en primer lugar hay que diferenciar dos planos: el plano académico y el plano administrativo o económico. 
  • Plano administrativo:
La educación en Inglaterra funciona con préstamos (loans) del Ministerio de Educación, además de becas. La diferencia es obvia: los préstamos hay que devolverlos. En esta entrada no voy a meterme demasiado en eso, porque no soy un experto y es un tema complicado, pero sí que diré que me parece increíble que la matrícula de las universidad se haya triplicado en 2 años, de 3000 libras en 2011 a 9000 (sí, 9000) en 2013. 30000 libras por una carrera universitaria, porque aquí son 3 años, me parece una inversión excesiva. Además, cuando lo devuelves te aplican un 6% de interés así que al final devuelves más dinero. En este enlace de El País se define muy claramente el problema que hay en Estados Unidos, y que en unos años podría haber en Reino Unido. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/01/10/actualidad/1326174143_330152.html
En fin, sigamos. 

  • Número de clases a la semana:
Mientras en toda Europa estamos tratando de ir a una y aplicar el plan Bolonia, sea mejor o peor, aquí en Inglaterra van más a su bola. En España tenemos, por lo general, 4 horas por asignatura y 5 asignaturas por cuatrimestre, ¿cierto? Cierto. Eso nos da un total de 20 horas semanales, en principio 10 de teoría y 10 de prácticas. 

En Inglaterra tienen 3 asignaturas por semestre de entre 2 y 3 horas semanales cada una de ellas, 4 en casos muy muy extremos o en enseñanza de idiomas. No he llegado a entender en qué se basan para hacer esta diferenciación, pero mientras que en Professional Translation yo tenía 3 horas, en Media Translation tengo 2. Si echamos cálculos nos sale una media de 10-12 horas semanas de clases. NOTA: yo hago 9, dos de ellas voluntarias. Sí, voy a clase por propia voluntad, imaginad el tiempo libre que tengo. 

Al principio pensé que era sólo aquí, en Roehampton, y por el hecho de ser Erasmus,  así que pregunté a compañeros de otras universidades de Erasmus y también a los propios ingleses. Esto es lo que ha salido:

Titulación
Universidad
Nº de horas semanales
Traducción e interp.
Norwich
8-10
Traducción e interp.
Middlesex
8-12
Traducción e interp.
Belfast
8-10
Traducción e interp.
Maynooth
13-15
Traducción e interp.
Roehampton
7-10
Economía y marketing
Roehampton
12
Estudios ingleses
Roehampton
11
Traducción e interp.
Liverpool
10

  • Período lectivo:
Empiezan, como en España, entre septiembre y octubre. Sin embargo, lo de las vacaciones aquí es un chiste. El 13 de diciembre vacaciones de Navidad hasta el 9 de enero y después llega el temido segundo semestre...Este semestre, que no sé por qué tiene este nombre porque no dura 6 meses ni de lejos, va desde enero hasta, atentos, el 28 de marzo. Ese día se da la última clase del año y comienzan las vacaciones de Pascua que duran 3 semanas. Tras las vacaciones, se entregan de trabajos y si eres muy desafortunado, tendrás algún examen, depende del tipo de carrera que estudies. En mi caso, tengo que entregar un trabajo el 20 de abril, y después de eso...vacaciones infinitas. Si echamos cálculos de nuevo, su período lectivo consiste en dos “semestres” de 10-11 semanas cada uno. Entre 22 y 24 semanas. En España, por contra, hacemos entre 28 y 30, un mes y medio más de clases.

  • Sistema de puntuación:
Los exámenes y los trabajos, se puntúan sobre...no se sabe. Unos profesores dicen que pueden puntuar sobe 100, otros que no pueden dar más de 82, en los idiomas es diferente...está todo muy difuso. Mi percepción después de 7 meses es que se puntúa sobre 82, siendo 82 un trabajo de tanta calidad que sería publicable en una revista académica. 

La cosa iría así majomenos:
- De 0 a 40: suspendido, eres un fracasado, vete a tu casa (nadie suspende).
- De 40-49: has aprobado por pena, bien.
- De 50-59: bien, un trabajo del montón.
- De 60-69: un buen trabajo, puedes estar orgulloso. Te lo has currado y te has quedado cerca del sobresaliente.
- De 70-75: sobresaliente, eres muy bueno y destacas sobre el resto. ¡Campeón!
- A partir de 75: has dicho cosas interesantes y no sólo has repetido lo que viene en los libros. Has tenido uno y no volverás a olerlos ;).
- 80: vete a Oxford, cerebrito, ¡podrías llegar a Presidente!

  • Sistema de evaluación:
Mientras que en España tenemos el temido período de exámenes, aquí, si bien es cierto que tienen un par de semanas más ocupadas, no tienen esa presión. Digamos que la evaluación se basa más en trabajos (assigments y essays de entre 500 y 2500 palabras) que en exámenes propiamente dichos. En principio no es una mala forma de evaluar (yo siempre he pensado que empollar de memoria para un examen no sirve de nada), pero el hecho de no combinarlo con exámenes permite, en primer lugar, que el trabajo puedas no hacerlo tú y en segundo que puedas dedicarle muchísimas horas a algo que no lo requiere y, por ende, se convierta en algo que no resulte muy complicado. Además, la manera de hacer trabajos académicos en Inglaterra es, básicamente, copiar o parafrasear lo que haya dicho otra gente, es decir, leerte 6 libros de 200 páginas para hacer un trabajo de 1000 palabras lleno de “(Pepico el de los palotes, 1989:65)”. De verdad que me desesperan. Recuerdo un trabajo que hice de interpretación en los servicios públicos en semestre pasado y puedo afirmar rotundamente que, a pesar de dedicarle muchas horas, no recuerdo prácticamente nada.

  • Universidad como negocio
Puede que suene un poco fuerte así de golpe, pero es la sensación que me llevo de un año en Inglaterra: la universidad funciona como un negocio. Cuando vienes de una visión universitaria española en la que pagas una matrícula para que te enseñen, cuesta mucho sacar las carreras y muchísima gente suspende, ya no sólo exámenes, sino también asignaturas y años enteros, es muy chocante llegar a un sitio donde todo parece de color de rosa, donde nadie suspende y hasta el más tonto saca la carrera a la primera.

En estos 8 meses he oído muchísima veces “con todo lo que pago, ¿cómo me pueden poner estas notas de mierda?”. Si analizas la frase hay cosas que no encajan. ¿Qué tiene que ver lo que pagues con tus notas? Y es que aquí existe el concepto de que si pagas la matrícula tienes el 80% del trabajo hecho, que con entregar los trabajos tendrás un título bien bonito. Digamos que, en palabras de una amiga de Norwich: “en España pagamos para que nos enseñen y sean estrictos con nosotros y en Inglaterra pagan para que les aprueben y pasar sin pena ni gloria por la universidad”. 

Los profesores velan más por tu comodidad y bienestar que por sacar lo mejor de ti y exprimirte al máximo. Suspender es la primera palabra que debes borrar de tu vocabulario si estudias en Reino Unido. Preguntado a mis amigos ingleses se quedaban extrañadísimos con la idea de repetir cursos, pensaban que hablaba de personas con discapacidades o retrasos mentales. No, amigos, si no apruebas los exámenes, repites el puto curso. Se parecen más a universidades privadas en las que apruebas más fácilmente y de las que sales con trabajo más o menos seguro que a universidades públicas donde te lo curras y de ti depende sacar la carrera o no. 

Tabla resumen comparativa


España
Inglaterra
Precio matrícula
1000 – 2000 €
8000 – 9000 libras
Nº de años
4
3
Nº de asignaturas
10
6
Nº de horas
20
10-12
Sistema de evaluación
Trabajos, presentaciones y exámenes
Trabajos o presentaciones o exámenes
Período lectivo
28-30 semanas
22-24 semanas
Nº de alumnos por clase
Demasiados
Depende, pero menos

Con todo esto en mente, y siendo sincero, creo que no tenemos nada que envidiar a las universidades en Inglaterra. Ni en calidad de la enseñanza, ni en calidad de profesorado, ni tampoco en el plano administrativo. Venir de Erasmus a Inglaterra es una experiencia única que recomendaría a todo el mundo, ya que aprendes muchísimo fuera del ámbito académico. Ahora bien, sabiendo lo que sé ahora no me hubiera gustado haberme venido aquí a hacer la carrera entera. Quizá es porque la traducción no tiene mucho prestigio, pero creo que en las demás áreas de estudio tampoco se exige tanto al alumno como en otros países como España, Italia, Francia o Alemania. 

Como conclusión, me gustaría formular una pregunta: si la educación inglesa es tan mediocre como a mí me ha parecido, ¿por qué tiene tanto prestigio? ¿Por qué cuando dices que has estudiado en Inglaterra parece que tengas más puntos para conseguir un trabajo? ¿De dónde viene esa fama tan poco merecida? Primero, porque universidades como Oxford y Cambridge están siempre entre las 10 mejores del mundo. Segundo, yo creo que tiene que ver con el amor propio que ellos tienen por su país y todo lo relacionado con él. La frase “nuestro sistema educativo es perfecto” no la he oído pocas veces estando aquí, y cuando la repites mucho acabas haciendo que la gente se la crea. Dejemos de pensar que somos la última mierda y aprendamos a valorar nuestro sistema educativo, no dejemos que se convierta en esta estafa que para mí es el sistema inglés. Pa’ una cosa buena que tenemos, además de la paella y la sangría, protejámosla. 

Cada uno que saque sus propias conclusiones.

¡Un saludo!

sábado, 8 de marzo de 2014

Aventuras de un intérprete en Londres



En primer lugar, antes de empezar a narrar mis aventuras laborales por Londres quiero preguntaros una cosa: ¿quién sabe lo que es un intérprete? Estoy seguro de que todos los sabéis perfectamente porque tengo unos lectores muy listos, pero just in case, lo explico. 
 
Te pones los cascos y te vuelves así.
Un intérprete es una cosa que hace que si vas a China, robas en una tienda y te meten en el calabozo puedas entenderte con el policía que te mira con ojos sospechosos. O si vas a Marruecos y compras hachís puedas decirle a tu abogado árabe que pensabas que era legal. 

Además, el intérprete también trabaja en juzgados, aduanas, centros sociales, conferencias, charlas y, en mi caso, hospitales y centros de salud, uno de los entornos donde la responsabilidad es mayor, ya que un error de comunicación relacionado con síntomas, diagnóstico o tratamiento puede tener consecuencias nefastas para la salud del paciente.

Y si te equivocas, ¿quién dice si fue un error del intérprete o una negligencia médica? He aquí un serio problema. 

En fin, este es un tema muy polémico sobre el que no voy a ponerme a escribir ahora, ya que mi intención es escribir una entrada y no una disertación llena de frases copiadas de libros de autores famosos (en esto consisten básicamente los assignments en Reino Unido, decir lo que ya han dicho otros y citar su obra). 

Buena va, ¡al lío! 

1º Caso de “no te lo podemos decir por motivos de confidencialidad”.

Te avisan a las 12pm para que llegues a las 3:30pm. Empezamos bien el viernes. En una ciudad como Londres nunca te puedes fiar del tráfico y menos en un día con lluvia (=atasco y gente de mal humor). A pesar de mis esfuerzos por llegar puntual y motivado, no pude evitar un retraso de 30 minutos. No sé qué pintas llevaría al entrar por la puerta de la clínica con el traje empapado, los zapatos encharcados, el paraguas roto y cara de haber corrido 15 minutos para intentar llegar a tiempo, pero la cara de secretaría fue un poema. Cuando le dije que era el intérprete le faltó poco para reírse en mi cara. Sin embargo, optó por decirme que era un irresponsable y que la paciente ya se había ido. Casi hubiera preferido la risa. 

Cuando salí de la clínica hacía sol y todos los buses funcionaban correctamente. 
La Ley de Murphy, ¿no? Ironías del destino. 
"He venido a joderte"

2º Caso de paciente con leucemia (aunque a mí me dijeron urología).

La información para este trabajo me la dieron con una semana de antelación y además, tras mucho insistir, me dijeron el tema: UROLOGÍA. Los tres días previos a la interpretación mi cabeza estuvo lleva de penes, sistemas urinarios, inflamaciones de próstata y glándulas suprarrenales. Sentía que nada podía sorprenderme. Iluso. 

Desperté una soleada mañana de sábado y solo tenía que coger un autobús. Esta vez se trataba de un hospital importante y Extremoduro me acompañaba. Era el día perfecto para hacer una interpretación genial y finiquitar una semana fantástica. 

Cuál fue mi sorpresa cuando, al llegar a la recepción, pregunté por el departamento de urología y me dijeron, textualmente: aquí no hay de eso. La cosa no se arregló cuando pregunté por mi paciente y la respuesta fue: ese nombre no figura en nuestra base de datos. Entré en un estado de confusión profundo. De hecho, estaba tan confuso que casi me hiero a mí mismo. 

Tras mucho preguntar e insistir, averigüé que mi paciente tenía cita en hematología. Sí, algo relacionado con la sangre, tema sobre lo que yo no sabía nada. Saltaron las alarmas y me senté a esperar y a documentarme (por suerte había traído el portátil). A los 15 minutos una mano tocó mi hombro y un hombre calvo y con penetrantes ojos azules me preguntó: “¿sos vos el intérprete?”.  Era Mario, mi cliente, y su cita había sido aplazada para la semana siguiente pero nadie le había informado correctamente, ya que decidme: ¿qué sentido tiene avisar por teléfono en inglés a un paciente que necesita intérprete? Lógica aplastante. Tras solucionar este problema, mi pregunta obligada fue: “¿me puede decir para qué era esta consulta?”. “Tengo leucemia”. Me prometí a mí mismo documentarme como nunca para esa interpretación. Se trataba de algo grave y, siendo mi primer caso, había probabilidades de cagarla.


 Apartado aburrido en el que me quejo de Londres y la interpretación. 

[La interpretación en Londres, como muchas otras cosas, es un caos. No hay una regulación estricta acerca de quién puede interpretar y quién no, a pesar de que existen certificados y títulos especiales (DPS), en muchas ocasiones este trabajo lo realizan amigos o conocidos de los afectados que se ven sometidos a una presión a la que no están acostumbrados y no realizan un trabajo profesional.
Los hospitales y centros médicos son  los encargados de contratar empresas de interpretación en caso de que el paciente lo necesite. Por supuesto, el dinero que cueste la interpretación también corre a cargo del centro y no del paciente. 

Personalmente me parece una vergüenza que en empresas como en la que yo estoy no pidan tener ningún título, carrera o certificación de que sabes hacer tu trabajo. Es muy fácil preguntarme entonces: y si te parece una vergüenza, ¿por qué lo haces? Pues bien, además del dinero y de la experiencia que estoy ganando, creo que yo estoy (relativamente) suficientemente preparado para hacerlo o, al menos, mucho más preparado que otras personas que conozco y, sinceramente, no me gustaría ser el paciente si me tocara con ellos. Al no pedir ningún certificado, CUALQUIERA puede ejercer de intérprete. Eso es muy peligroso.]



3º Caso de leucemia, esta vez sí.  (EN<>ES)

Era la segunda vez que veía a Mario, mi cliente con leucemia, pero esta vez sí que iba preparado. Creo que iba tan preparado como asustado. ¿Mi primera interpretación profesional y me toca un paciente con leucemia? Mucha responsabilidad, muchos nervios. 

Todo iba bien, llegué a tiempo y el doctor nos recibió muy amablemente. El comienzo fue sencillo, pero cuando llegamos al tema de cómo estaba evolucionando el cáncer fue cuando me di cuenta de la importancia de lo que estaba pasando. 

           -Doctor: Vemos una evolución favorable en sus células cancerígenas. Podríamos decir que está usted curado. Congratulations.

Antes este “congratulations”, Mario me miró con los ojos empañados, como diciendo “dime que es verdad”. No tuve que decir mucho. Estaba curado, y se lo había dicho yo. Creo que fue uno de los momentos más bonitos que he vivido nunca. La mirada y la sonrisa de Mario cuando le di la noticia me hicieron muy felices. Fue en ese instante cuando decidí que quería, y quiero, ser intérprete.

4º Caso de podología (EN <> ES)

Tras mi genial experiencia con el paciente con Leucemia me tocó un caso radicalmente diferente: podología. Pues allá que me puse yo a estudiar los pies y todo lo relacionado con ellos: enfermedades, partes, síntomas, etc. Al cabo de 4 días yo me sentía el rey de los pies, nada se me podía escapar. 

Esta vez llegué con tiempo, la paciente también y la doctora era encantadora. Estuvimos una media hora, que parece poco, pero cuando estás interpretando sin parar...se hace cuesta arriba.
Las dificultades principales fueron:

        1. La paciente sabía algo de inglés, por lo que al principio intentaba explicarse ella misma. DO NOT.

      2. La doctora tenía un acento del norte que me costaba entender, sobre todo cuando usaba terminología rara. 

         3. La paciente era de Sudamérica y usaba expresiones muy coloquiales como “ay, pues tengo un dolor que es que pues de pronto me recorre pues toda la espalda y me pega unos latigasos dolorosos” (esta se me quedó grabada porque por un momento no supe muy bien qué hacer). 

Al final todo salió bien y me fui a casa contento. Mojado, congelado, pero contento por haber hecho un buen trabajo.


5º Caso de salud mental (EN<>CAT)

Después de unas merecidas vacaciones en España disfrutando de todo lo bueno de nuestro país, volví a Londres con más ganas que nunca de interpretar y seguir aprendiendo. Sin embargo, no fue hasta la primera semana de febrero que recibí una llamada de la empresa ofreciéndome trabajo de intérprete en un caso de salud mental. En principio ya me pareció un reto, ya que no tengo ninguna experiencia en este campo de la medicina, pero la cosa no acaba ahí. ¡Resulta que era inglés<>catalán! Fue entonces cuando me di cuenta de la poca confianza que tengo en mi catalán, a pesar de haber estudiado la lengua de Ausiàs March durante más de 15 años (una pena, la verdad). 

Total, que decidí hacer un intensivo. Tenía una semana para aprender todo lo relacionado con enfermedades mentales (tipos, causas, tratamientos, medicinas, etc), tanto en inglés como en catalán. Me sorprendió sentirme más seguro con la terminología en inglés que en catalán. (Algo ml estamos haciendo en la enseñanza en las escuelas). Durante 6 días, Manel, La Gossa Sorda, Obrint Pas, Lluis Llach y Els amics de les Arts fueron mis mejores amigos, sonando siempre en mi cabeza. 

Llegó el gran día y se puso a llover. Salí con tiempo y relajado. Todo parecía ir bien: 208A Cambridge Road. Easy. Enfilé la calle en cuestión, pero para mi sorpresa, llegué al 213 y después de este ya no había nada. Cambiaba la calle a Kingston Road. Pregunté, use Google Maps, corrí la calle arriba y abajo y al final llegué tarde. Tan tarde llegué, que nadie me abrió la puerta del domicilio. Probablemente habrían salido, o eso quiero pensar. Todo hubiera sido más fácil si hubiera tenido un número de contacto al que avisar de que estaba perdido, pero no, no me dieron ninguna información. Así son las cosas. 

En mi defensa diré que el portal en cuestión era una puerta de madera de un metro de anchura, el pomo roto y el número 208 pintado con rotulador en la esquina superior derecha. Además, estaba situado entre un Spar y un Tesco, como si se tratara de un almacén o algo por el estilo. Obviamente no me estoy quitando culpa, era mi responsabilidad llegar a tiempo y preparado. 

De momento estas han sido mis aventuras como intérprete en Londres. El día 18 tengo un nuevo encargo con un paciente y un tema que ya conozco: leucemia. Con suerte sólo será revisión y no habrá que ponerse muy serios. Ya veremos. 

Muchas gracias por leer, ¡espero que os haya gustado!

Un saludo desde Londres