En primer lugar, antes de empezar a narrar mis aventuras laborales por
Londres quiero preguntaros una cosa: ¿quién sabe lo que es un intérprete? Estoy
seguro de que todos los sabéis perfectamente porque tengo unos lectores muy listos,
pero just in case, lo explico.
Un intérprete es una cosa que hace que si vas a China, robas en una tienda
y te meten en el calabozo puedas entenderte con el policía que te mira con ojos
sospechosos. O si vas a Marruecos y compras hachís puedas decirle a tu abogado
árabe que pensabas que era legal.
Además, el intérprete también trabaja en juzgados, aduanas, centros
sociales, conferencias, charlas y, en mi caso, hospitales y centros de salud,
uno de los entornos donde la responsabilidad es mayor, ya que un error de
comunicación relacionado con síntomas, diagnóstico o tratamiento puede tener
consecuencias nefastas para la salud del paciente.
Y si te equivocas, ¿quién dice si fue un error del intérprete o una
negligencia médica? He aquí un serio problema.
En fin, este es un tema muy polémico sobre el que no voy a ponerme a
escribir ahora, ya que mi intención es escribir una entrada y no una
disertación llena de frases copiadas de libros de autores famosos (en esto
consisten básicamente los assignments
en Reino Unido, decir lo que ya han dicho otros y citar su obra).
Buena va, ¡al lío!
1º Caso de “no te lo podemos
decir por motivos de confidencialidad”.
Te avisan a las 12pm para que llegues a las 3:30pm. Empezamos bien el
viernes. En una ciudad como Londres nunca te puedes fiar del tráfico y menos en
un día con lluvia (=atasco y gente de mal humor). A pesar de mis esfuerzos por
llegar puntual y motivado, no pude evitar un retraso de 30 minutos. No sé qué
pintas llevaría al entrar por la puerta de la clínica con el traje empapado,
los zapatos encharcados, el paraguas roto y cara de haber corrido 15 minutos
para intentar llegar a tiempo, pero la cara de secretaría fue un poema. Cuando
le dije que era el intérprete le faltó poco para reírse en mi cara. Sin
embargo, optó por decirme que era un irresponsable y que la paciente ya se
había ido. Casi hubiera preferido la risa.
Cuando salí de la clínica hacía sol y todos los buses funcionaban
correctamente.
La Ley de Murphy, ¿no? Ironías del destino.
La Ley de Murphy, ¿no? Ironías del destino.
"He venido a joderte" |
2º Caso de paciente con
leucemia (aunque a mí me dijeron urología).
La información para este trabajo me la dieron con una semana de antelación
y además, tras mucho insistir, me dijeron el tema: UROLOGÍA. Los tres días
previos a la interpretación mi cabeza estuvo lleva de penes, sistemas
urinarios, inflamaciones de próstata y glándulas suprarrenales. Sentía que nada
podía sorprenderme. Iluso.
Desperté una soleada mañana de sábado y solo tenía que coger un autobús.
Esta vez se trataba de un hospital importante y Extremoduro me acompañaba. Era
el día perfecto para hacer una interpretación genial y finiquitar una semana
fantástica.
Cuál fue mi sorpresa cuando, al llegar a la recepción, pregunté por el
departamento de urología y me dijeron, textualmente: aquí no hay de eso. La
cosa no se arregló cuando pregunté por mi paciente y la respuesta fue: ese
nombre no figura en nuestra base de datos. Entré en un estado de confusión profundo.
De hecho, estaba tan confuso que casi me hiero a mí mismo.
Tras mucho preguntar e insistir, averigüé que mi paciente tenía cita en
hematología. Sí, algo relacionado con la sangre, tema sobre lo que yo no sabía
nada. Saltaron las alarmas y me senté a esperar y a documentarme (por suerte
había traído el portátil). A los 15 minutos una mano tocó mi hombro y un hombre
calvo y con penetrantes ojos azules me preguntó: “¿sos vos el
intérprete?”. Era Mario, mi cliente, y su
cita había sido aplazada para la semana siguiente pero nadie le había informado
correctamente, ya que decidme: ¿qué sentido tiene avisar por teléfono en inglés
a un paciente que necesita intérprete? Lógica aplastante. Tras solucionar este
problema, mi pregunta obligada fue: “¿me puede decir para qué era esta
consulta?”. “Tengo leucemia”. Me prometí a mí mismo documentarme como nunca
para esa interpretación. Se trataba de algo grave y, siendo mi primer caso,
había probabilidades de cagarla.
Apartado aburrido en el que me quejo de Londres y la interpretación.
[La interpretación en
Londres, como muchas otras cosas, es un caos. No hay una regulación estricta
acerca de quién puede interpretar y quién no, a pesar de que existen
certificados y títulos especiales (DPS), en muchas ocasiones este trabajo lo
realizan amigos o conocidos de los afectados que se ven sometidos a una presión
a la que no están acostumbrados y no realizan un trabajo profesional.
Los hospitales y centros
médicos son los encargados de contratar
empresas de interpretación en caso de que el paciente lo necesite. Por
supuesto, el dinero que cueste la interpretación también corre a cargo del centro
y no del paciente.
Personalmente me parece una
vergüenza que en empresas como en la que yo estoy no pidan tener ningún título,
carrera o certificación de que sabes hacer tu trabajo. Es muy fácil preguntarme
entonces: y si te parece una vergüenza, ¿por qué lo haces? Pues bien, además
del dinero y de la experiencia que estoy ganando, creo que yo estoy (relativamente)
suficientemente preparado para hacerlo o, al menos, mucho más preparado que
otras personas que conozco y, sinceramente, no me gustaría ser el paciente si
me tocara con ellos. Al no pedir ningún certificado, CUALQUIERA puede ejercer
de intérprete. Eso es muy peligroso.]
3º Caso de leucemia, esta
vez sí. (EN<>ES)
Era la segunda vez que veía a Mario, mi cliente con leucemia, pero esta vez
sí que iba preparado. Creo que iba tan preparado como asustado. ¿Mi primera
interpretación profesional y me toca un paciente con leucemia? Mucha
responsabilidad, muchos nervios.
Todo iba bien, llegué a tiempo y el doctor nos recibió muy amablemente. El
comienzo fue sencillo, pero cuando llegamos al tema de cómo estaba
evolucionando el cáncer fue cuando me di cuenta de la importancia de lo que
estaba pasando.
-Doctor: Vemos una evolución favorable en sus células cancerígenas. Podríamos
decir que está usted curado. Congratulations.
Antes este “congratulations”, Mario me miró con los ojos empañados, como
diciendo “dime que es verdad”. No tuve que decir mucho. Estaba curado, y se lo
había dicho yo. Creo que fue uno de los momentos más bonitos que he vivido
nunca. La mirada y la sonrisa de Mario cuando le di la noticia me hicieron muy
felices. Fue en ese instante cuando decidí que quería, y quiero, ser
intérprete.
4º Caso de podología (EN
<> ES)
Tras mi genial experiencia con el paciente con Leucemia me tocó un caso
radicalmente diferente: podología. Pues allá que me puse yo a estudiar los pies
y todo lo relacionado con ellos: enfermedades, partes, síntomas, etc. Al cabo
de 4 días yo me sentía el rey de los pies, nada se me podía escapar.
Esta vez llegué con tiempo, la paciente también y la doctora era
encantadora. Estuvimos una media hora, que parece poco, pero cuando estás
interpretando sin parar...se hace cuesta arriba.
Las dificultades principales fueron:
1. La paciente sabía algo de inglés, por lo que al principio intentaba
explicarse ella misma. DO NOT.
2. La doctora tenía un acento del norte que me costaba entender, sobre todo
cuando usaba terminología rara.
3. La paciente era de Sudamérica y usaba expresiones muy coloquiales como
“ay, pues tengo un dolor que es que pues de pronto me recorre pues toda la
espalda y me pega unos latigasos
dolorosos” (esta se me quedó grabada porque por un momento no supe muy bien qué
hacer).
Al final todo salió bien y me fui a casa contento. Mojado, congelado, pero
contento por haber hecho un buen trabajo.
5º Caso de salud mental
(EN<>CAT)
Después de unas merecidas vacaciones en España disfrutando de todo lo bueno
de nuestro país, volví a Londres con más ganas que nunca de interpretar y
seguir aprendiendo. Sin embargo, no fue hasta la primera semana de febrero que
recibí una llamada de la empresa ofreciéndome trabajo de intérprete en un caso
de salud mental. En principio ya me pareció un reto, ya que no tengo ninguna
experiencia en este campo de la medicina, pero la cosa no acaba ahí. ¡Resulta
que era inglés<>catalán! Fue entonces cuando me di cuenta de la poca
confianza que tengo en mi catalán, a pesar de haber estudiado la lengua de
Ausiàs March durante más de 15 años (una pena, la verdad).
Total, que decidí hacer un intensivo. Tenía una semana para aprender todo
lo relacionado con enfermedades mentales (tipos, causas, tratamientos,
medicinas, etc), tanto en inglés como en catalán. Me sorprendió sentirme más
seguro con la terminología en inglés que en catalán. (Algo ml estamos haciendo
en la enseñanza en las escuelas). Durante 6 días, Manel, La Gossa Sorda, Obrint
Pas, Lluis Llach y Els amics de les Arts fueron mis mejores amigos, sonando
siempre en mi cabeza.
Llegó el gran día y se puso a llover. Salí con tiempo y relajado. Todo
parecía ir bien: 208A Cambridge Road. Easy.
Enfilé la calle en cuestión, pero para mi sorpresa, llegué al 213 y después de
este ya no había nada. Cambiaba la calle a Kingston Road. Pregunté, use Google
Maps, corrí la calle arriba y abajo y al final llegué tarde. Tan tarde llegué,
que nadie me abrió la puerta del domicilio. Probablemente habrían salido, o eso
quiero pensar. Todo hubiera sido más fácil si hubiera tenido un número de
contacto al que avisar de que estaba perdido, pero no, no me dieron ninguna
información. Así son las cosas.
En mi defensa diré que el portal en cuestión era una puerta de madera de un
metro de anchura, el pomo roto y el número 208 pintado con rotulador en la
esquina superior derecha. Además, estaba situado entre un Spar y un Tesco, como
si se tratara de un almacén o algo por el estilo. Obviamente no me estoy
quitando culpa, era mi responsabilidad llegar a tiempo y preparado.
De momento estas han sido mis aventuras como intérprete en Londres. El día
18 tengo un nuevo encargo con un paciente y un tema que ya conozco: leucemia.
Con suerte sólo será revisión y no habrá que ponerse muy serios. Ya veremos.
Muchas gracias por leer, ¡espero que os haya gustado!
Un saludo desde Londres
Hola Juanan! :)
ResponderEliminarMe encanta tu blog! Es muy revelador para aquellos que vamos a Roehampton, es justo lo que buscaba, así que gracias por tu esmero en detallar tu experiencia! ;)
Como supondrás, el año que viene yo misma seré una estudiante más de Roehampton y estoy ahora con los cacaos de los learning agreement y demás papeleos...Te lo menciono porque me ha gustado tu relato y agradecería que me aclararas el asunto de ser intérprete en un hospital, específicamente, qué módulo o módulos escogiste para poder hacer éstas prácticas; work-based learning o algún módulo de interpreting? Muchas gracias de antemano y feliz estancia de lo que aún te queda! ;)
Regards,
Judith
¡Hola, Judith! Encantado y gracias por lo del blog, de eso se trataba :). En cuanto a lo de la interpretación, no está vinculado a la universidad, lo encontré yo por mi cuenta a través de una amiga. Si quieres envíame un email y te cuento mejor: juanan.lorca@gmail.com.
EliminarBest wishes,
Juanan