Pues va a ser
verdad que el tiempo vuela cuando estás de Erasmus…
Ya llevo aquí un
mes y es como si llevara una semana. Aún no puedo creer siquiera que esté
viviendo esta experiencia que hace tan solo unos meses parecía casi imposible.
El 11 de septiembre llegué a este país, a esta ciudad, y a esta universidad, que
realmente enamora.
Ante una
experiencia como ésta, uno se pregunta muchas cosas. ¿Estaré bien viviendo
fuera de casa? ¿Qué tal con los compañeros de residencia?, ¿podré llevar bien los
estudios en inglés? Y lo más importante: ¡¿sabré poner una lavadora?!
Pues después de 30
días en el país de los paraguas y lo noodles puedo decirlo bien alto: everything’s alright. Pero como dijo Jack el Destripador: "vamos por partes".
Desde el primer día
la gente de mi piso (24 británicos con sus diferentes acentos imposibles de
descifrar) me acogieron como a uno más y no me dieron de lado a pesar de que me
costara comunicarme al principio. Quién crea que sepa inglés que se meta a
desayunar con dos escoceses, una de Liverpool y un chico de Manchester. Me río
yo de los exámenes de Cambridge mil veces.
De las clases puedo
decir de todo, tanto bueno como malo, pero lo que puedo asegurar es que no
pienso suspender ninguna, que ya es algo y que mi beca no peligra. Era una de
mis principales preocupaciones al venirme aquí a convalidarme todo tercero. De
4 asignaturas que tengo sólo hay una que realmente me interesa y creo que me va
a servir para algo: interpretación. Antes de venir ya sabía que me gustaba,
pero en tan solo tres clases me ha dado cuenta de que quiero dedicarme a ello
profesionalmente. De verdad. Sin tonterías. Ya no es algo en lo que piensas
como un chaval de 14 años piensa en la universidad, no. Definitivamente quiero
ser intérprete.
En cuanto a la vida
fuera de casa, fue un reto desde el principio. Vine aquí sin saber cocinar más
que huevos fritos y hamburguesas, y muy de vez en cuando. Y, sin embargo, en
muy poco tiempo, y tras muchas chapuzas, he aprendido a valerme por mi mismo en
la cocina (y no a base de congelados). Y me encanta. Después de la libertad de
la que estoy gozando aquí me va a resultar duro volver a vivir en casa. Pero
para eso aún queda mucho mucho tiempo. Disfrutemos el momento. Carpe diem que decía
el anuncio de Magnum.
Londres es muy caro.
Es un tópico, pero cuando estás aquí lo vives en el día a día y no puedes
creerlo. Y no me refiero a comer o beber, ni siquiera al alojamiento. Lo más
caro, sin duda, es el p*** transporte. La ciudad es inmensa, y sólo para ir desde
Roehampton al centro hay que coger un bus y un metro, hecho que, teniendo en
cuenta el dineral que vale moverse por Londres duele aún más que el tiempo que
te lleva. Esto, unido a la falta de tiempo, me ha llevado a no recorrerme
Londres como es debido. [En breve espero
poder publicar una entrada sobre el transporte en Londres. Realmente es una
maravilla en cuanto a eficacia y sencillez, pero es extremadamente caro].
Los primeros días
hicimos una visita exprés a todos los monumentos típicos y famosos (de postales,
vamos) como el Big Ben, la torre de Londres, Trafalgar Square, Buckingham
Palace o Picadilly Circus, pero realmente no he podido visitar Londres como es
debido. Patear las calles y descubrir todos sus encantos está en mi lista de
cosas pendientes. [A este respecto, existen unos tours organizados por una
compañía que te enseñan diferentes áreas de Londres por un precio muy reducido
o GRATIS].Por ahora, por mi
cuenta, sólo he ido a Camden Town y a la zona del Soho, Leicester Square y
Covent Garden, además de los barrios cercanos a Roehampton como Barnes, Putney
o Hammersmith.
Por último, que no
se me olvide comentar una cosa que sí que hay que aprovechar en esta
universidad: el deporte. No os podéis imaginar la cantidad de disciplinas que
ofrecen en Roehampton. Desde fútbol hasta taekwondo pasando por remo, natación,
salsa o boxeo. Las dos primeras semanas son de “prueba” y no hay que pagar, y
después depende de la disciplina en la que te inscribas el precio varía entre
30 y 70 euros al año. Una verdadera ganga. Yo personalmente he empezado a hacer
boxeo, kickboxing y salsa, pero también probé baloncesto y ping-pong. Además
soy el entrenador del equipo femenino de balonmano de la universidad, lo que
demuestra la cantidad de opciones que se ofrecen a estudiantes desde el
departamento de deportes.
Resumiendo como
Joaquín Sabina:
- Amigos británicos y extranjeros dentro y fuera de la residencia (sociabilidad +1)
- Aprendiendo inglés a cascoporro a la fuerza (objetivos académicos +1)
- Disfrutando de la independencia de vivir solo (emancipación +1)
- Bastante harto del precio del transporte (dinero -10)
- Universidad buena, bonita y expensive (+1)
Gracias por leer y
espero que os haya gustado
¡Un saludo!
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